Una gran fiesta

Está mal que yo lo diga, como parte organizadora que soy, pero creo que fue una fiesta fenomenalmente organizada. Más de 200 personas disfrutaron de una noche estrellada, un nuevo cortometraje, música, bebida, comida, amigos.

Muchos no se dan cuenta de lo que supone organizar algo así. Javier, Miguel, Ramón y otros primos han estado semanas trabajando, comprando bebida, focos nuevos, pantallas de 3 metros de ancho eléctricas, piruletas, patatas fritas, palomitas, chucherías, perritos calientes, etc. Después llega colocar tarima, colocar y pegar moqueta para que nadie muera en un resbalón, colocar focos, colocar neveras, tableros de barra, manteles, vasos, hielos, hacer sandwiches, cuadrar la instalación eléctrica previniendo electrocuciones, diseñar e imprimir (trabajo impresionante de Juan Pablo) carteles, camisetas, entradas, etc. Y ahí no acaba todo. Luego tienes que servir a toda esa gente sin la cual la fiesta sería una ilusión. Dar de beber y comer a 200 a la vez no es fácil. Por ello gracias a todos los que echasteis una mano en la barra o con los perritos calientes.
Para mí lo mejor fue ver a tantos primos de diversas edades pasándolo tan bien juntos: padres que dejaron a su retoño con abuelos o con su mujer, "niños" recién entrados en la universidad, veinteañeros con síndrome de Peter Pan, nuevos amigos, nuevas parejas, gente maja, algun@s encantadores/as. Y a mí me dio la impresión de que practicamente todos lo pasaron genial, y es por ello que tanto esfuerzo merece la pena.